Primero que nada debemos empezar por la cuestión fundamental: No, el CBD no provee inmunidad contra el COVID-19 ni es un medicamento para tratar las complicaciones causadas por el mismo en el cuerpo humano.

Sin embargo hay estudios prometedores acerca de cómo el CBD puede ayudar a los pacientes infectados a recuperarse más rápido.

En el Hospital de Klagenfurt en Austria, el jefe del Departamento de Anestesiología y Medicina Intensiva, Efe Rudolph Likar, indica que después de administrar CBD a 50 pacientes observaron que los niveles de infección desaparecen con mayor rapidez.

Durante tres semanas se administró CBD en forma de suero farmacológico y se pudo observar que las PCR de los pacientes tratados salían negativas antes que la de otros grupos que seguían tratamiento distintos.

Se cree que esto se deba a las propiedades antiinflamatorias del CBD y a que el Cannabidiol fortalece el sistema inmunológico. Todo esto ayuda a que los pacientes afectados con neumonía recuperen los niveles de oxígeno con mayor rapidez.

Otra ventaja del CBD es que no tiene efectos secundarios y su uso no está contraindicado con ningún otro medicamento, lo cual permitiría utilizar el CBD aún en los casos más graves. Incluso algunos países como Israel ya están proceso de aprobar el CBD como parte del tratamiento de los pacientes COVID.

Todavía no está comprobada al 100% la eficacia del CBD en pacientes con COVID-19, pero a todas luces es prometedora. Cabe mencionar que la ONU ya reconoció oficialmente las propiedades medicinales del cannabis y la eliminó de la clasificación de estupefacientes más peligrosos.

No debemos considerar el tomar CBD como una especie de inmunidad o tratamiento contra los efectos del COVID-19 sin supervisión médica, pero si como coadyuvante en el bienestar general aún estando sanos.

Fuente: Forbes